Bien
16-08-2016 deandar
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10'
1 h. 45'
20'
550 m.
1,7 km
100 m.
188 m.
1
0
0
No
Sí
No
Sur
Salimos de Miranda del Ebro por la BU-535 cruzando al País Vasco hacia Zubillaga y Fontecha. Siguiendo la A-2122 y bordeando el río Ebro llegaremos hasta el pueblo de Sobrón. A la salida del mismo tomamos el primer desvío a la derecha y seguimos a la izquierda, de frente. La calle, Baños de la Villa Kalea, se vuelve algo estrecha, seguimos hasta llegar a las ruinas del balneario de Sobrón. Sin pasarlo estacionamos a la izquierda.
Otra opción es bajar hasta las instalaciones de Sobrón Aventura, a 1 minuto en coche e indicado en la carretera principal. Desde allí el acceso es más largo pero nos pueden indicar el camino si no lo vemos claro.
Desde las ruinas del hotel Blanco -balneario de Sobrón- seguimos la calle de frente hasta dar con una rampa de cemento que sale a nuestra derecha. La subimos hasta llegar a lo que parece una antena de telefonía, visible desde el inicio de la subida. Después de pasar unas vallas a mano izquierda llegaremos al inicio de la vía ferrata.
Vía muy bien planificada se divide en tres partes bien diferenciadas por el nivel de dificultad -K2, K3, K4- y por sus respectivos escapes en caso de no querer continuar. 550 metros de longitud donde se ha medido el uso del material para ofrecer una experiencia lo más cercana posible a recorrer una cresta tradicional, sobretodo en el tramo final.
El inicio de la cresta va bien para practicar -el poste eléctrico indica el final de la primera parte-
La primera parte de la vía ferrata de Sobrón está pensada para iniciación y para ir con grupos a probar las técnicas de progresión. Es el único tramo recomendado para niños. Es tan fácil que se puede hacer a pie por el costado sin tener que subir a la cresta que aquí tiene dos vertientes. Son 50 metros sin apenas desnivel y con abundantes grapas. En la reseña oficial marcan como K2 pero podría ser un K1 también. Al llegar al poste de electricidad, visible desde el inicio, veremos un escape a la derecha para ir al camino de regreso. Si seguimos de frente entraremos en la segunda parte de la vía ferrata.
Aquí empiezan las primeras complicaciones, 250 metros equipados con una dificultad K3 donde no faltan los pasos incómodos y con pocas grapas. Iremos alternando las dos caras de la cresta con cortos pasos por el filo y algún destrepe bien equipado con grapas. Sin ser muy aéreo, lo estrecho de los pasos hacen aumentar el factor psicológico. Los habituados a la vía ferrata más equipada tenemos que esforzarnos en buscar las presas en la pared. Como en todo el recorrido las vistas a ambos lados de la arista no tienen desperdicio pero sobretodo son amplias al este siguiendo el serpenteo del río hacia Miranda de Ebro.
En la segunda parte la cresta se va poniendo más vertical
En la mayoría de zonas avanzamos con presas en la roca
Seguimos sin grapas por la cara este de la cresta
La torre de alta tensión marca el final de esta segunda parte. Si hemos ido justos es mejor tomar el escape de la derecha que nos conecta con el camino de regreso. Si hay ganas de más podemos entrar a la tercera parte, de nuevo unos 250 metros equipados pero de dificultad K4. Y si nos surgen las dudas una vez nos hemos metido hay un escape a los 100 metros equipado con una cuerda anudada.
La graduación de esta tercera parte es merecida pues encontraremos varios pasos verticales con buen agarre de roca -escalada nivel III- sin grapas, pequeñas agujas que tendremos que subir y descender y sobretodo una cresta que se afila hasta obligarnos a seguir avanzando a horcajadas. Por la arista justo pasa el cable de vida y puede caber un pie para seguir caminando, si no vas muy fino de equilibrio la única opción es montar a caballo y seguir como puedas, poco estético pero efectivo.
Subida vertical sin grapas
Aunque la cresta sigue después de una zona boscosa la vía ferrata termina con un corto destrepe. Bajamos con una mezcla de sensaciones poco habituales en una vía ferrata al uso. Algunos pasos son tan incómodos como divertidos y tener que buscar la roca para progresar es un extra cuando subes por la afilada cresta. En definitiva un gran trabajo de la Cuadrilla de Añana que complementa una zona llena de encantos, sin ir muy lejos el muy recomendable spa de sal del Valle Salado.
Final de la vía ferrata -queda un poco de cresta más adelante-
Panorámica al este desde el final de la vía ferrata
Durante toda la ferrata un sendero avanza paralelo por la cara este de la cresta. Al terminar la ferrata bajamos para enlazar con esta senda que primero va muy pegada a la pared y tiene tramos equipados. Ojo si hay gente en la vía que podría caer algo. Después de la torre de alta tensión -final del segundo tramo- la senda se vuelve un camino ancho que nos deja a tocar del balneario abandonado.
Dani escribió hace 8 años
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La semana pasada hice esta Ferrata. Un recorrido muy original y divertido. Casi debería llamarse vía cable en vez de vía Ferrata porque prácticamente no tiene grapas para progresar. Buen trabajo a los equipadores!
Albert i Uri de Canyamars Hace 8 años
Recorrido realizado el 23/8/17. Comparto los comentarios anteriores así como la explicación de la web. Ferrata con el atractivo de encontrarse ubicada en cresta. Aérea pero sin compromiso.
Para mi la catalogaría como K3.
Ayer disfrute de esta ferrata.
Me pareció bonita y entretenida ,apta para la iniciación y como bien dicen el primer tramo se puede ahorrar.
Logicamente la zona no es el Pirineo pero creo que han hecho buen trabajo.
Los dos primeros tramos son muy asequibles, casi diría que faltos de interés sino fuese por las vistas (opinión personal), ya el tercer tramo se hace interesante y te sumerge en la aventura.