21 h.
5/5
2.746 m.
83.4 Km.
4/5
4/5
Mixto
No
La mejor opción es acceder a Coll Formic con los autobuses que pone a disposición la organización. Salen de diferentes puntos de Catalunya, acceder en coche el día de la carrera hasta Coll Formic no es nada recomendable.
"Anar a Montserrat a peu no és pas res de l'altre món, però anar-hi des del Montseny i en un sol dia ja és un record que no sé si el jovent d'avui seria prou fort per a batre"
"Semblava que la força de la inèrcia ens fes caminar, i així devien ser les dues de la matinada quan arribàrem dalt, suats, plens de pols i carregats de son, i ens deixarem caure sense esma sota les alzines de la font fins que ens despertà el brogit de la gent matinera i anàrem tot seguit a donar les gràcies a la nostra Patrona d'haver-nos permès realitzar una gesta tan absurda com la d'anar del Montseny a Montserrat en una sola jornada."
Dos extractos del artículo escrito el 1929 por Mosén Oliveres en la revista del Grup Excursionista Joventut Catalana.
Jaume Oliveres lanzó un reto a la juventud de principios del siglo XX, caminar en menos de 24 horas la distancia que separa el Matagalls en la sierra del Montseny con la montaña de Montserrat.
Salvando las diferencias - desde 1998 ya no se sale del Matagalls sino de Coll Formic - son miles, unos 3.000 por edición, los que aceptan el reto actualmente y por encima del 70% los que consiguen superarlo con éxito.
La realidad es que las primeras ediciones de la travesía no fueron tan concurridas. De hecho la hazaña de mosén Oliveres quedó relativamente olvidada hasta que el Club Excursionista de Gràcia decidió recuperarla en 1972 con la organización de una travesía bienal. El 1989 la Mm pasó a anual y desde entonces ha ido aumentando paulatinamente en popularidad hasta las masivas ediciones actuales.
Una posible explicación para este fenómeno - se trata de una caminata de 83,4 km - es que la ruta ha pasado a formar parte del folklore y tradiciones catalanas más propias, una especie de caminata iniciática que todo excursionista se coge como reto personal para cumplir al menos una vez en la vida.
Esto es generalizar mucho, siempre hay los excursionistas más entrenados que hacen la caminata con otros planteamientos, sobretodo bajar marcas personales, hacerla corriendo y para los cuales se está intentando preparar la Ultra Mm (más de 100 km.). Sin embargo lo más habitual es afrontarla con la esperanza de llegar al final dignamente, que ya es mucho. Nuestro crono pasando las 21 horas es un tiempo más que discreto teniendo en cuenta la media general que se sitúa en torno a las 17-18 horas.
Montserrat parece cerca
Jaume Oliveres - 1929
Como experiencia la caminata es inolvidable. La verdad es que se sufre y disfruta a partes iguales, quizá se sufre un poco más pero el balance es positivo, la sensación de haberlo conseguido no es fácilmente explicable sin caer en el tópico, eso lo sabemos todos los que hemos tenido la suerte de poder llegar.
Es cierto que al final, en Montserrat, el primer instinto es pensar que nunca más repetiremos semejante tortura, pero con el tiempo la sensación pasa y es difícil resistirse a la llamada de la Mm. Con este otro de los tópicos clásicos es superar el 'muro' de Sant Llorenç Savall, el punto crítico donde más gente abandona. Se hace de día (para algunos), las piernas están desgastadas después de más de 45 km, varios de tortuosa bajada y es un pueblo relativamente bien comunicado. La tentación es grande pero la sabiduría popular promete que si seguimos muy probablemente llegaremos a Montserrat y que será la cabeza y no las piernas la que nos llevará. Posiblemente sea así.
Trucos y estrategias hay muchos, pero es importante pensar en el regreso a casa si no llegamos al final, de las pocas cosas que la organización no garantiza. Casi mejor que caminar durante varios meses antes de la caminata es intentar persuadir durante ese tiempo a algún amigo o familiar (gràcies Papa!) para que nos venga a recoger en caso de necesidad. Lo agradeceremos si en plena madrugada nos fallan las piernas y nos encontramos, con suerte, en una carretera desconocida.
En estos casos se pone a prueba también la solidaridad entre caminantes, uno de los puntos fuertes de la Mm, donde es normal acabar la travesía con compañeros de trayecto que ni siquiera conocíamos en la salida pero con un ritmo de paso parecido al nuestro.
Última rampa en el Camino de la Santa Cova
Nombrar todo lo que te puede pasar a lo largo de los 83,4 kilómetros es difícil, tanto como describir los estados de ánimo a medida que vas acumulando cansancio. Es un clásico abandonar la caminata en varias ocasiones para verte a ti mismo unos metros más allá ya pensando en el siguiente avituallamiento. Dejo a continuación una lista esquemática de consejos:
Para el final volvemos sobre los orígenes de la Mm y el legado de mosén Oliveres. ¿Cómo fue la travesía tal y como él la afrontó de manera auto-suficiente, sin avituallamientos, abriendo camino y por supuesto saliendo desde la misma cima del Matagalls?
De su propia crónica sabemos que poco tuvo que ver con las facilidades que nos brinda la magnífica organización del CEG en la Matagalls Montserrat, que no te ahorra ni un ápice del esfuerzo per si un poco de la aventura. Guardo bajo la etiqueta off-Mm la idea de recorrer la ruta al 'estilo Oliveres', eso si con las zapatillas, ropa y equipamientos actuales, tampoco hay que exagerar!
deandar.com escribió hace 12 años
Deja un comentario
Hola Bernat,
Eso es en la época en la que la caminata era bianual, no? No estaba mal así tenías un año para recuperarte del esfuerzo.
Recomendarías la Mm a alguien que nunca la ha hecho o con los años piensas que es demasiada paliza y que luego se pagan las consecuencias? El tema rodillas no es la primera vez que lo oigo.
Iniciatica..., solo participé en tres. 1982, 1984 y 1986. La última la terniné en algo más de 16h, la primera en 23:30...., pero solo tenia 12 añitos. Hoy mis rodillas me recuerdan esos momentos iniciaticos. Por cierto, la llegada se hacia a través del tunel del cremallera y era unos 10km más larga.